Una de las frases más habituales que me dicen algunos clientes últimamente es: «Queremos que lo hagas plano.» Y yo lo hago lo más plano que puedo. (Soy muy obediente y hago siempre lo que se me pide 🙂 )
Pero planteo la siguiente cuestión: ¿cuál es realmente la ventaja de hacer una locución plana?
Para empezar, me pregunto a qué se refieren con plano. A mi entender, plano es sin matices, con homogeneidad constante, sin contrastes. ¿Hay realmente ventajas en eso?
¿Qué sucede si buscamos lo contrario? Una locución llena de pequeños cambios, en la que sucedan cosas, que se mueve como un organismo vivo. ¿No mantendrá mejor la atención?
Echemos un vistazo al trabajo de los maestros. Por ejemplo, este spot de Haagen Dazs locutado por el gran Ramón Langa:
Pocos me discutirán que como locución, podemos considerarla modélica.
¿Diríais que es plana?
Creo que es evidente que no. Langa juega con las pausas, con los graves y los agudos, con el acento para apoyar algunas palabras (qué importancia da así por ejemplo a la palabra «auténtica», al describir la crema…)
Supongamos que el cliente hubiese dicho: «Mejor hazlo plano». ¿Se hubiese animado más gente a comprar Haagen Dazs?
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